miércoles, 2 de mayo de 2012

Olokun y Yemaya


Mi Padre Olokun, Ángel de mi Guarda, quién me acompaña desde que llegué a este plano. Orisha que de acuerdo a la filosofía Yoruba es el dueño de las profundidades del mar, personaje misterioso cuya identidad sexual es desconocida. Relacionado con los secretos de la vida y de la muerte.
Llamado “Poseidón”, hermano de Zeus y Ades, según la mitología Griega y “Neptuno”, hermano de Júpiter y Ades, en la mitología Romama, a quien fue delegado el gobierno y dominio de los mares en cualquiera de estas dos mitologías.
Descendiente directo de los Atlantes (civilización antigua, isla ubicada en el mar Mediterráneo, famosa por sus riquezas, por su expansión y desarrollo económico, social y político y desaparecida por consecuencia de un terremoto, que ocasiono su hundimiento), quienes asesoraban a los Faraones Egipcios en muchos aspectos, entre estos, la construcción de sus Pirámides.
Arquetipo, que lleva en cualquiera de los casos, a sus características compartidas por cualquier mitología, es andrógeno, mitad pez mitad hombre, de carácter compulsivo, misterioso y violento. Tiene la capacidad de transformarse. Es temible cuando se enfurece. En la naturaleza está simbolizado por las profundidades del mar y es el verdadero dueño de las profundidades de éste, donde nadie ha podido llegar. Representa los secretos del fondo marino, ya que nadie sabe que hay en el fondo del mar, solo Olokun y Olofin (Dios, la Creación). Representa además las riquezas del lecho marino y la salud.  Olokun es una de las deidades más peligrosas y poderosas de la religión.
Se dice que Obatalá lo encadenó al fondo del Océano, cuando intentó matar a la humanidad con el diluvio. Siempre se lo representa con careta. Su culto es de la ciudad de Lagos, Benin e Ilé Ifé.
Mi Madre Yemaya, madre de todos sobre la tierra,  a quién pertenece mi cabeza, ya que es el Santo que tengo coronado (en la ceremonia “Kariosha”).  Representa al útero en cualquier especie como fuente de la vida, la fertilidad y la maternidad. Arquetipo Lunar, que nutre y alimenta el instinto materno siendo justa, severa, inflexible e implacable en el momento que una situación lo amerite. Adivina por excelencia. Representa la intelectualidad, la sapiencia y los caracteres cambiantes como el mar.
Ambas Deidades, ambos Arquetipos, dominan el plano espiritual, dotando a sus hijos de dones y poderes, como la percepción, la intuición, la inteligencia, la sagacidad, la sanación y la capacidad de transformar alquímicamente los elementos de la naturaleza para convertirlos en herramientas para la ayuda de la humanidad.
Pobre de aquel que mal utilice estos dones y los aproveche para fines negativos, para sí o para terceros, perjudicando u ocasionando caos ya que así como se logran estos fines, así mismo se devuelven contra ellos mismos, llevándolos a su propia destrucción.

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